From the moment I met you, everything changed.

INTRODUCCIÓN, PRIMERA PARTE.

(NARRA ANGIE)

Mañana será el día. Mañana cumpliré mi sueño. –Pensé.

No podía borrar esa sonrisa de mi cara y mucho menos podía dormirme a pesar de que ya era tarde, demasiado quizás, pero me resultaba imposible.

Di vueltas y más vueltas sobre la cama pensando en cómo sería. Les vería, podría tocarles, hablarles y me llevaría un par de fotos con ellos, mis ídolos.

Me desperté antes de que el despertador sonara, media hora antes. Eran las siete y media de la mañana y tenía algo más de cuatro horas para prepararme y llegar al estudio.

Salté de la cama aún con esa sonrisa enorme dibujada en mi cara dejando que sonase mi disco favorito en el reproductor mientras bailaba por toda la habitación. Estaba sola, mi madre tenía que trabajar a las siete de la mañana a pesar de que fuese sábado y mi hermana estaba en casa de una amiga así que podía subir el volumen sin límites.

‘Ten cuidado y contrólate’ esas fueron las últimas palabras de mi madre anoche antes de dejarme en mi habitación intentando dormir.

Dejé que pasasen unas cuantas canciones mientras lo único que hacía era revolotear por toda la habitación provocando una avalancha de ropa a mi paso. Se suponía que ya había elegido lo que me pondría pero ahora lo veía menos claro así que como tenía tiempo volvería a pensármelo otra vez.

Miré el reloj. Las ocho y diez. Tocaba ducharse. Me metí en el baño después de subir más el volumen del reproductor para escuchar bien la música a pesar de tener el grifo abierto y estar debajo del agua y me dispuse a lavar mi pelo con el mejor champú, de mango, dejaría un suave pero increíble olor en mi pelo que le gustaba a todo el mundo y esperaba que a ellos también.

Salí después de un par de canciones de la ducha y llené todo mi cuerpo de una fina capa de crema hidratante. Después solté mi pelo que había estado envuelto por una toalla y saqué el secador lo más rápido posible antes de que se me quedase como a una leona.

Tardé otro par de canciones en llegar a mi habitación ya con el pelo seco y por supuesto espuma en él para que los rizos se controlasen un poco.

Me puse la ropa interior y una camiseta ancha para después dar ‘replay’ al CD. Sabía que hoy lo escucharía mil veces antes de irme acompañándolo de mi voz intentando llegar a las notas y de mis característicos pasos de baile.

Bajé a desayunar algo, no tenía hambre por los nervios pero aún así lo hice. Zumo de naranja que una hora antes había preparado mi madre y una tostada.

Miré otra vez el reloj. Las nueve y cinco. Engullí el último trozo de tostada mientras me levantaba para recoger el plato y el vaso.

Subí de nuevo a mi habitación y volví a revolver toda la ropa por fin encontrando algo que me gustaba más. Pasé ahora a mi cara. Tenía algo de ojeras aunque mi color verde de ojos hacía que se disimulasen pero a pesar de ello puse corrector en ellas, quería verme más guapa de lo normal para ellos. No iba a maquillarme demasiado, no me gustaba. Puse un poco de polvos en mi cara ya que no me hacía falta maquillaje porque mi piel era totalmente lisa y bastante clara por cierto. Maquillé mis ojos aplicando un poco de sombra en tonos marrones en mis párpados para resaltar más aún el color de mis ojos y después la raya inferior marrón oscura, casi negra para hacerlos más grandes. Sonreí, me gustaba.

Volví a dar ‘replay’ al disco mientras miraba la hora. Las diez menos cinco. Cogí aire.

Me enfundé el vestido que había elegido para la ocasión. Nada formal pero sí muy primaveral como yo quería ya que empezaba a hacer buen tiempo a pesar de estar aún a principios de Abril pero supongo que el estar al sur de Inglaterra, en Brighton concretamente, ayudaba, aunque solo sería una racha de buen tiempo.

‘Everyone else in the room can see it, everyone else but you. Baby you light up my world like nobody else…’ entonaba esa parte de la canción mientras bailaba por toda la habitación pensando en que quizás podría escuchar eso mismo hoy en directo. Sonreí para después centrarme mirándome en el espejo.

El vestido era algo más corto de las rodillas y bastante suelto, de tirantes anchos y con un estampado de flores azul oscuro y varios tonos de rosa, muy primaveral. Lo adornaba con un cinturón marrón en la cintura. Realmente me quedaba bien aunque la verdad es que casi todo lo hacía, tenía un bonito cuerpo con curvas.

Puse mi pelo largo, bastante rizado, moreno, teñido de un pelirrojo oscuro pero que sólo le daba reflejos, a un lado de mi cuerpo pensando en qué hacerme. Me decanté por una trenza, me gustaba mucho como me quedaba. Me dispuse ha hacerla, de espiga, me encantaba dejar mi pelo rizado alborotado por arriba dejando caer la larga trenza a un lado de mi cuerpo terminando en un simple y dulce rizo.

Estaba casi lista y aún me sobraba tiempo, mejor.

Volví a mirar el reloj. Las diez y veinte. ¿Cómo era posible que se me pasase el tiempo tan rápido?

Crucé mi gran habitación dando pequeños saltos de alegría y abrí el zapatero. Me quedé pensativa unos minutos y por fin elegí unos bonitos zapatos marrones.

Volví al espejo y me miré girando sobre mí misma, me gustaba. Agarré el neceser del baño y puse un poco de cacao en mis labios, no quería pintarlos, solo darles ese toque.

Empecé a meter cosas en mi bolso haciendo que el tiempo se pasase. El móvil, las llaves, el monedero, la cámara, un pañuelo por si acaso, el disco de los chicos, las gafas de sol, un par de bolígrafos y por supuesto la carta que les había escrito.

Me estaba poniendo nerviosa y aún eran las once menos diez.

Decidí salir de casa ya poniéndome una chaqueta vaquera porque tenía un camino en autobús y metro de algo más de media hora y tendría que estar allí a las doce menos cuarto más o menos.

Empecé a caminar hasta llegar a la estación de metro. Bajé y paseé un poco parando en un Starbucks a comprar un café. Después seguí caminando ya hasta la parada del bus que tardó unos cinco minutos en llegar. El estudio al que tenía que ir estaba algo alejado del centro.

Miré el reloj. Las once y media.

Ya había llegado y aún faltaba media hora pero no me importaba. Seguramente a las demás chicas, las cuatro restantes las llevasen sus padres así que irían más justas de tiempo ya que teníamos entrada directa.

Caminé un poco más preguntando a un par de personas para estar segura de que iba por el lugar indicado y por fin llegué al edificio. Suspiré y entré en él.

Se notaba que era un lugar de dinero. Había una gran recepción como si se tratase de un hotel y unos sofás con una mesa de café al lado, todo decorado con plantas que le daban un aire más casual.

-          Hola, ¿te puedo ayudar en algo? –preguntó una chica de unos treinta años en la recepción.

-          ¿Me podrías decir donde tengo que ir para el Meet & Great?

-          Has llegado un poco pronto pero puedes esperar allí hasta que te indiquen que entres.

-          Vale, gracias –contesté.

Entré por el pasillo hasta llegar a una sala con varias puertas. Había un par de sofás del mismo estilo que el de la entrada, una pequeña mesa entre ellos. También plantas y un gran espejo decorativo.

Respiré hondo y me situé justo delante del espejo para peinarme y retocarme un poco. Estaba muerta de nervios y por supuesto la sonrisa aún no se había borrado de mi cara.

-          Hola –dijo una voz a mi espalda.

Miré a través del espejo. Esos ojos, esa sonrisa, esas facciones, esa cara, era él, Liam, Liam James Payne. Empecé a respirar difícilmente y me quedé quieta unos segundo mirándole hasta que me digné a girarme.

Di algo, por dios, cualquier cosa pero di algo ya. –Pensaba.

-          Ho-ho-hola –solté por fin.

-          ¿Estás esperando para entrar? –dijo con esa preciosa sonrisa haciendo que me quedase embobada mirándole.

-          Sí –contesté sin poder articular más palabra.

-          Has llegado un poco pronto ¿no?

-          Sí –volví a contestar.

-          Veo que los monosílabos son lo tuyo –rió y yo sonreí mientras notaba como mis mejillas ardían levemente- Bueno supongo que sabrás quien soy, ¿cómo te llamas tú? –me preguntó acercándose a darme un beso en mi mejilla como presentación.

Ahora sí creí que mi corazón había dejado de latir. Esa perfección acababa de darme un beso, sus labios acababan de tocar mi mejilla, no me lo creía.

-          Angelica pero me gusta que me llamen Angie –sonrió.

-          Encantado Angie. Puedes pasar ya si quieres, cuando lleguen las demás ya lo harán –dijo abriendo la puerta que estaba al lado de uno de los sofás esperando a que pasase.

-          Cla-claro –tartamudeé y entré.

-          No te vamos a comer, tranquila –dijo divertido y yo sonreí intentando relajarme un poco.

-          Mirad chicos, aquí está la primera –dijo entrando a otra sala.

(NARRA NIALL)

-          Liam te he dicho mil veces que todas deben esperar fuera hasta que lo digamos –dijo Karl, uno de nuestros guardaespaldas.

‘Liam’ pensé. Estaba sentado en el sillón más adentrado en la sala y tenía que ser amable, no me podía quedar ahí, además tenía curiosidad.

Levanté mi mirada y la vi. Su pelo rojizo y muy rizado intentaba escapar de ese recogido trenzado. Su fino y pequeño cuerpo introducido en un bonito vestido, sexy pero muy dulce y delicado. Miré su cara. ‘Preciosa’ pensé. Sacudí un par de veces mi cabeza.

Louis saltó de uno de los sofás y adelantó hacia ella.

-          Me presento ante la más bella dama –dijo dándola un beso en tono chistoso haciendo que sus mejillas enrojecieran. Sonreí ante esa reacción suya.

-          Tío no la atosigues ya con tus tonterías –dijo ahora Zayn acercándose a besar su misma mejilla.- ¿Quieres algo? –la preguntó mostrándola una mesa con varias bebidas y comida.

-          ¿Ni se ha presentado y ya estás ligando Malik? –dijo ahora Harry apartándole para darla él un pequeño abrazo. En cuanto se separó de ella pude ver como sus mejillas estaban aún más coloradas.

-          Que pesados –susurró Liam.- Ven anda –dijo y le siguió hasta el sofá que se encontraba a mi lado.

-          Hola –dije besando la mejilla que no había sido besada por ninguno de los chicos. Me separé y ella sonreía, mostraba esa perfecta sonrisa para después bajar su mirada como si estuviera avergonzada de algo.

Estaba nerviosa, se lo podía notar. Volví mi vista a ella cruzando nuestras miradas, sonreí para darla tranquilidad pero pareció ponerse más nerviosa aún. Me sumergí en sus ojos, verdes intensos, casi color esmeralda.

Me gustaba, era diferente. No gritaba, no lloraba, no hablaba como una loca ni nos estaba pidiendo ya que firmásemos cada cosa que había llevado. Además era más mayor de lo normal, tendría diecisiete años, como mínimo dieciséis, y a pesar de estar nerviosa hablaba con tranquilidad, sin miedo.

(NARRA ANGIE)

-          Bueno, ¿cómo te llamas? –preguntó Harry ya sentado a mi lado.

-          Angie –contesté tímida.

-          ¡Venga ya! –dijo Zayn enfrente mía.

-          Imposible –se rió Harry.

-          Estaba claro –comentó Louis riéndose.

Liam sonreía satisfecho por haberlo sabido antes seguramente y Niall me miraba fijamente intimidándome con esa preciosa sonrisa que me volvía loca.

¿Por qué decían eso? ¿Qué pasaba con mi nombre?

-          ¿Qué pasa? –pregunté confundida.

-          Anda rubio, dile a qué vienen nuestros comentarios –dijo Zayn.

Dirigí mi mirada hacia él que había cambiado su dirección enfocándola directamente en el suelo.

-          Angie –susurró.

Miré interrogante a los demás que sonreían como niños esperando a que Niall dijese algo pero entonces entraron otras dos chicas acompañadas ahora por un guarda con una sonrisa enorme.

Me tiré sobre el sofá sacando los zapatos de mis pies y quitando mi cazadora. Resoplé dejando salir la sonrisa más grande que podía.

Había sido corto, muy corto, casi como un suspiro. Pero ese pequeño tiempo que había pasado con ellos había sido simplemente perfecto.

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Hola preciosas. Siento muchísimo haber tardado tanto en empezar a subir esta novela, de momento iré subiendo bastante rápido pero con las clases decidiré un par de días a la semana en los que suba.

Espero que os vaya gustando e iré explicando un poquito como va ya que creo que los primeros capítulos son un poco lío. 

Muchas gracias a todas las que estáis dispuestas a leer esta nueva novela y espero no defraudaros.

Las que quieran que vaya avisándoos dejadme vuestro Twitter en un comentario en la novela o en un tweet. Un beso enorme.